domingo, 24 de abril de 2011

El pico de forma que tarda en llegar


Desde que Guardiola está al frente del Barça los preparadores físicos planifican las temporadas con el objetivo de alcanzar dos picos de forma, que normalmente suelen coincidir con los retos y partidos más comprometidos. El trabajo de Paco Seirullo y Lorenzo Buenaventura lo conoce a fondo el periodista Martí Perarnau, que en diversos artículos de prensa ha explicado los detalles de la planificación.

Entre octubre y noviembre las previsiones se cumplieron con la precisión de un reloj suizo. El Barça afrontaba partidos importantes en Liga, como los de Villarreal, Valencia, Sevilla o Madrid, así como el pase a octavos de final de Champions. En ese tiempo el juego azulgrana resultaba espectacular, había mucha velocidad de balón, precisión, presión bestial y recuperación inmediata. Era el no va más del juego. El equipo se salía del mapa, los goles llegaban a cántaros, fue época de manitas.

Pasados esos compromisos el Barça se retiró a los cuarteles de invierno y se preparó para cargar las piernas. El objetivo era seguir manteniendo el tono, porque la competición no paraba, pero con la previsión de volver a alcanzar el nuevo pico de forma en el final del ejercicio, cuando todo se decide.

Nos encontramos ahora en ese momento y las sensaciones sobre el juego del Barça no son las de noviembre, no son las de otros finales de temporada con Guardiola al frente. Sin concluir que el Barça está agotado, pues eso es mucho decir, sí se aprecia que el equipo no ha alcanzado su máximo nivel posible. Y lo peor es que tampoco se intuye que pueda lograrlo pronto.

Es lógico que estas sensaciones surjan de los últimos partidos, de la dificultad que el Barça encontró para hacer su juego frente al Madrid en dos ocasiones, sin la brillantez de que es capaz. El tono no es alto y el tramposo encuentro contra Osasuna así lo volvió a demostrar también en los suplentes. Posiblemente los contratiempos de Bojan, Abidal, Puyol, Pedro, ahora Adriano, y las bajas formas de Milito o Maxwell, por ejemplo, han trastornado la planificación y no se ha podido dosificar el tiempo de juego conveniente.

Sin conocer a fondo cuál es el estado físico del grupo, sí se ve que el Barça no tiene esa pujanza de la que hemos disfrutado, esa velocidad de ejecución al primer toque, con movilidad extraordinaria, alta presión en campo contrario y recuperación inmediata de pelota.

Es cierto que algunos hombres imprescindibles para mantener el tono físico, como Pedro, que parece volver por sus fueros, han faltado mucho tiempo, y que determinados relevos no se han adaptado todavía al juego del Barça, pero hay jugadores titulares que no están finos. Se puede decir que actualmente en forma, en forma, solo se encuentran Mascherano, Valdés y, quizá, Piqué. Los demás, incluido Messi, aún no están en su mejor versión. Veremos si ésta aparece en las semfinales de Champions contra el Madrid.

Se trata, eso sí, de sensaciones. Consultado sobre este asunto, Martí Perarnau asegura en su twitter, @matriperarnau, que el Barça ya ha alcanzado el estado de forma y que si en la final de Copa no se vio la mejor versión del equipo fue porque los jugadores salieron muy relajados y se vieron sorprendidos. El problema fue, según el periodista, más mental que físico.

(La foto es de Efe, y está extraída de deportes.orange.es)

2 comentarios:

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