domingo, 30 de enero de 2011

El Barça no deja que el Hércules repita su hazaña

Finos como otras veces no estaban. Eso es cierto. El Barça, sin embargo, se lo tomó muy en serio. Sabía de la dificultad mejor que nadie, ya que el Hércules es el único equipo que le ha ganado en Liga, y, además, en el Camp Nou.

Los alicantinos jugaban a esperar. A esperar un contragolpe, un fallo en la elaboración blaugrana, plan más que complicado. No obstante, tuvieron sus ocasiones. Pocas, diría que solo dos, y de ellas la de Trezeguet la única evidente.

El Barça elaboraba, disparaba pero bien Calatayud -muy buen portero- o la falta de acierto, impedían que se adelantara en el marcador. Hasta que llegó el abrelatas Pedro y despejó la incertidumbre.

No parecía la noche de Messi, desacertado, controlado por los defensas, con numerosas pérdidas de balón. El argentino estaba irreconocible y nos hacía pensar que es humano. Sin embargo, ni en los días más aciagos Lionel se rinde o desaparece. En los últimos minutos clavó dos golitos, aunque sabía que no había sido su partido. Tampoco Villa estuvo muy fino, quizá en ambos casos el cansancio del miércoles influyó.

Quien sí lo estuvo y van partidos fue Andrés Iniesta. Prodigioso juego de control y regate, inteligencia sublime. Este tipo además de bueno lee como pocos los partidos. Ahora me voy para atrás para desatascar arriba, ahora giro hacia la derecha, pero oriento de nuevo a la izquierda. Prodigioso, como el maestro Xavi, que cuando tiene que parar el partido lo para o cuando tiene que sentar a dos contrarios -qué bella acción- los sienta. Los dos pequeños llevan el peso de este Barça, la pausa, la escuadra y el cartabón.

Sobresaliente el trabajo de Busquets, cortando casi todo avance alicantino y dando al primer toque o el del incombustible Abidal, seguridad defensiva, espectáculo atlético. Y por supuesto, de Pedro, arriba, abajo, me muevo, disparo, me abro, entro. Pura movilidad, pura concentración, ganas de no parar. La gloria es efímera, pero el trabajo te puede mantener en ella.

Este equipo igualó el récord de victorias seguidas en la Liga, que viene, nada más y nada menos, que del año 1961. Una bestialidad. ¡¡¡Y lo puede superar!!!

(La fotografía es de Manel Montilla y está extraída de www.elmundodeportivo.es)

jueves, 27 de enero de 2011

Pep no lanza las campanas al vuelo pese a la octava manita


Los periodistas se ríen porque Guardiola toma precauciones tras un 5-0. Pero tiene su explicación. Este equipo para funcionar necesita de tensión competitiva, de mentalización. Si la tiene, es glorioso, pero en caso de relajarse es altamente peligroso. Diría que más peligroso que otros conjuntos. Porque sin presión, con las líneas separadas, un equipo con tanta tendencia al ataque puede sufrir mucho. Y eso es lo que pasó en Sevilla en la vuelta tras otra manita. El Betis desarboló al Barça en los primeros minutos recortándole dos goles y si no es por la aparición de Messi, podíamos estar hablando de una sonada remontada.

Guardiola sabe que este estilo para que cuaje se ha de emprender a tope y que de lo contrario pueden ocurrir grandes debacles. Lo ha vivido, especialmente en el Dream Team, y los culés lo sabemos. Ir ganando, por ejemplo, de tres goles, y encajar cuatro en los últimos minutos y contra un equipo modesto. Los barcelonistas lo sabemos. Por eso, Pep se lo toma en serio y dice que hasta el último minuto de una eliminatoria no hay nada decidido. Hace bien, aunque pueda sonar a exagerado y otros se partan la caja.

La nueva manita, y ya van ocho, fue otro espectáculo. Cada día asistimos, con casi toda seguridad, solo en Sevilla nos defraudaron un poco, a un juego de luces, de brillantez, de combinaciones, de oh, oh, oh. Sea en Copa, sea en Liga, sea en Champions. Pero asistimos a eso, porque los jugadores se lo toman en serio. Si bajaran los brazos, esto no ocurriría. De ahí que la mentalización constante sea una tarea importantísima en la agenda del entrenador.

El partido deja en el ambiente la duda de si Pep no está dando demasiados minutos a jugadores como Messi, Xavi o Iniesta y no corre el riesgo de que se lesionen. Él lo tiene claro y está apostando por menos rotaciones esta temporada. Mascherano y Adriano, por la obligada lesión de Alves, son los únicos que dan aire al equipo, además de menores aportaciones de Afellay, cuya adaptación está siendo ejemplar. Ayer, por ejemplo, Bojan no tuvo ni un minuto pese a lo abultado del resultado.

Sobre esta incertidumbre le preguntaron a Guardiola y éste tiene claro por qué lo hace, aunque tampoco ha dado más detalles. Sí insinúa que prefiere a Messi contento y contento solo está cuando está en el terreno de juego, sea en el partido que sea. ¿Debería Pep convencerle de que descanse más? No lo sé. Él lo conoce mejor y parece haber dado suficientes pruebas de saber gestionar el vestuario. ¿El caso de Xavi es diferente? Parece, pero ¿quién juega en su lugar? Ayer el temor se intensificó por la permisividad del árbitro, cuyo estilo de dejar jugar es plausible, pero siempre y cuando que pare los excesos, que los hubo y muchos sobre los tobillos de los azulgrana.

De los goles me quedo con el quinto. El pase de Messi con el exterior hacia la llegada atenta de Keita y éste, como manda la técnica, hace un control perfecto, adecuado, con la derecha y golpea con la izquierda llevando el balón junto al palo de Esteban. Para mí uno de los mejores goles logrados por Keita, que como llegador no tiene precio.

(La foto es de Claudio Chaves y ha sido extraída de www.elmundodeportivo.es)

domingo, 23 de enero de 2011

El acordeón blaugrana volvió a funcionar ante el Racing


El partido de Sevilla ha sido, parece, un paréntesis. El Barça volvió a recuperar su fútbol anoche ante el Racing de Santander. Regresó el espectáculo, el juego incesante de atacar, atacar y atacar. Y volvieron a golear, aunque esta vez no hubo manita.

El sistema, más que aprendido, asimilado y automatizado, es claro. Las piezas de ataque se mueven desde el frente del área hacia atrás para provocar agujeros, aperturas a banda y penetraciones interiores más fáciles.

Unas veces es Villa, otras es Pedro, otras, Iniesta, otras, Messi, el que desciende uno o dos peldaños, para que otro compañero pueda ocupar su espacio y desconcierte a la defensa rival. Desaparezco para que aparezca otro. Hacemos paredes, movimientos cortos pero incisivos. El acordeón se extiende y se repliega con música sincronizada para conseguir el clímax: el gol.

El partido frente al Racing fue un capítulo más en la exhibición de esta maquinaria, que, sin embargo, a diferencia de otros encuentros, recibió más peligro del adversario. Los de Cantabria se plantaron ante Valdés en más ocasiones de las que nos tenía acostumbrado el Barça, pero nuevamente se demostró la seguridad de un portero, que ha alcanzado la madurez. El trabajo en la recuperación no es que fuera malo, pero no tuvo la efectividad casi tan perfecta de otras veces.

En el movimiento de acordeón destaca siempre Pedro o Villa, que perfecciona cada día su entendimiento con Messi: letales son sus paredes. Si a eso le añades el estado de forma de Andrés Iniesta, cada día más goleador, la dirección de juego de Xavi, ayer muy atosigado por el contrario, las prestaciones de Busi y por supuesto la genialidad incombustible de Lionel, pues el equipo acaba redondeando el trabajo, bien apoyado por la línea trasera, donde, una vez más, Abidal demostró por qué Milito va a tener que trabajar mucho si quiere ser el segundo central zurdo. Decir también que la salida de Bojan, con independencia de que le salga mejor o peor, hay que valorarla. Salió a comerse el mundo. Con esa actitud, sin ansiedades, volverá por sus fueros.
(La fotografía es de Claudio Chaves y está extraída de www.elmundodeportivo.es)

jueves, 20 de enero de 2011

El Barça prueba el peligro de la relajación


Una de las características positivas de este equipo, de la que yo presumo y me siento orgulloso es su competitividad. Pensaba antes del partido de anoche que el Barça de Guardiola siempre ponía toda la carne en el asador, sea en amistosos, sea en partidos de Champions con la clasificación decidida, sea en eliminatorias de Copa del Rey sin dudas en cuanto al resultado.

Ayer esa idea fue desmentida por lo acontecido en el campo del Betis. Guardiola había avisado de que la eliminatoria no estaba resuelta, a pesar del contundente 5-0 de la ida. La mayoría de observadores, cualificados o no, pensaban: "este Pep siempre tan humilde, este Pep siempre tan respetuoso con el rival". Incluso aficionados béticos se lo tomaban a chunga tanta consideración.

Pues una vez más el gurú actual del barcelonismo llevaba razón. El Barça salió al campo sevillano con una relajación exagerada, quizá correspondiente a la manita, pero inconsciente de lo que es el juego febril del Betis, que en menos de 10 minutos había reducido la diferencia en dos. Y lo que es peor el panorama era para poner de los nervios a los culés por los agujeros que una y otra vez los verdiblancos le hacían a los visitantes.

Era para restregarse los ojos. Este Barça al que apenas le hacen ocasiones, que presiona con una ambición colosal, este Barça que no da un balón por perdido era una autopista para el Betis, que llegaba por dónde quería y con un peligro que pudo costarle muy caro al líder de la Primera División.

Con qué disposición saldrían los azulgranas al campo que se veía a Messi, al que luego hay que perdonarle todo, andar más que correr, a Keita desaparecido e indolente, a Adriano fuera de sitio y completamente desconcertado, a Milito mal colocado y midiendo mal, a Pinto pareciendo un juvenil en acciones como la del tercer gol. Un desbarajuste, en resumen, que pudo costar muy caro.

Menos mal que el Barça tiene a Messi, que oxigenó con su gol los males de su equipo. Si no, ayer, no sé que hubiera pasado. Y menos mal también que al Betis la efervescencia le duró la primera parte, teniendo en cuenta que el gol de la Pulga les hizo mella.

Podemos estar contentos con el pase a semifinales, podemos disculpar ciertas actuaciones, pero la imael desarrollo del partido deja cierto sinsabor. Pocos jugadores se salvan de la mala imagen, pocos. _El que más ganas tenía, era Afellay y lo demostró. En un partido que era para reivindicarse, la mayoría no se mojó. Quizá si hubo un jugador que quedó con el culo al aire fue Milito, que demostró a día de hoy que no está para jugar en el primer equipo y que su postura amenazadora de marchar porque no jugaba y lo hacía en su lugar Abidal, no tenía ninguna consistencia. Ahora mismo el francés le da mil vueltas como central zurdo y diría más; es más seguro, por lo visto ayer, Fontàs que el argentino. De Bojan prefiero no hacer comentarios. Es muy joven y seré condescendiente. Pero sus declaraciones postpartido dicen mucho. Manifestaba que estaba satisfecho con su actuación. Pues si está satisfecho, mala cosa.

lunes, 17 de enero de 2011

El Barça sube un peldaño con su máquina de jugar

Oportunidad aprovechada. Pinchó el Madrid en Almería y el Barça salió a jugar, sin ansiedades, sin ponerse nervioso, para no desperdiciar la ocasión. Cuatro puntos de diferencia con respecto al Madrid, más, se supone, el presumible goal average, es el resultado de esta jornada.

El Málaga de Pellegrini, entrenador que comparte con Guardiola enemigos mediáticos, era la única preocupación de Pep, que de momento quiere aparcar cualquier noticia sobre su renovación. Exactamente igual que la temporada pasada, el entrenador culé pretende estar completamente seguro de que el grado de implicación de la plantilla es total.

Para evitar relajaciones, el mensaje en la alineación era evidente: lo que se ha dado en llamar el once de gala. Sin embargo, los efectos de la acumulación de partidos se pudieron notar en la lesión de Alves, que es de consecuencias leves.

Nuevamente Messi dejó su protagonismo para otros compañeros y se dedicó más al trabajo interno (asistencias, presión) que a golear. Iniesta hizo un tanto soberbio, confirmando que ha mejorado en esta suerte, Villa volvió a su normalidad, como es hacer dos golitos, y Pedro, siempre Pedro, persiste en a marcar porque tal y como juega tiene que acabar marcando.

El Barça jugó de nuevo con circulación, bien posicionados, moviendo el acordeón a la música que en cada momento procede, con unos automatismos que requieren de mucho trabajo, colocación e intensidad, sin humillar al rival, pues ya es norma que sus adversarios encajen una goleada.

Y es que son una barbaridad los números de este Barça. Ayer batió el récord, ni más ni menos que de la era Michels, de partidos imbatidos. Ya son 28. Alcanza una diferencia entre goles marcados y encajados de 50. Y al paso que va puede superar el récord de goles marcados, que lo tiene el Real Madrid de Toshack, que está en 107: le quedan 46.

El partido dejó otras consecuencias positivas. La plantilla se consolida con la aparición prometedora de Afellay. El nuevo fichaje parece una esponja en la asimilación de los conceptos. Salió al terreno de juego y dio la impresión de que llevara toda la vida en La Masía, de lo bien que se movió y cómo entendió el estilo de juego. Con él salió al campo Bojan, del que Pep se ha erigido en protector hasta sus últimas consecuencias. Junto a estos detalles, la buena noticia de la continuidad de Gabi Milito, futbolista que es, según dicen todos sus compañeros, muy importante en el vestuario.

Algunas cosas dejó el partido que son manifiestamente mejorables, como la colocación de la barrera en el gol de Duda, que ejecutó con mucha destreza el lanzamiento de falta.

(La fotografía está extraída de www.vanguardia.es)

jueves, 13 de enero de 2011

Messi explica otra vez por qué es el mejor del mundo


Con naturalidad, sin gestos extemporáneos o liberadores de tensión. Así es como explicó anoche Messi, una vez más, por qué es el mejor del mundo y por qué nadie puede dudar de su categoría y de todos los reconocimientos que le puedan llegar. Lionel Andrés Messi volvió a desencallar un partido que acabó en manita, pero que el Betis puso muy complicado.

Messi festejó así el Balón de Oro que había recibido el lunes y despejó cualquier duda estúpida sobre sus méritos para obtenerlo, sin que por ello no sean acreedores de las mejores distinciones sus compañeros Xavi e Iniesta. La fiesta empezó con la foto de los tres y el Balón de Oro y con un palco de autoridades presidido por sus familiares más directos.

El Betis había anunciado guerra. Su entrenador decía que la eliminatoria estaba al 50%. Y no eran declaraciones de intenciones ni bufonadas propias de otros preparadores. El Betis se plantó en el campo del Barça y organizó una presión muy bien estructurada para asfixiar la salida del balón de los locales, a los que complicaron la vida, tanto que el guardameta Pinto tuvo que realizar varias intervenciones de mérito para mantener limpio el marcador.

Guardiola intuyó con acierto lo que se avecinaba y puso en el campo casi todo el once más asiduo. Y no iba desencaminado por lo que se vio sobre todo en la primera parte. No es que el Barça no jugara con su estilo. Es que el Betis le plantaba cara como un equipo solvente de primera división, a la que sin duda llegará al final de esta temporada si no ocurre un cataclismo.

Bien es cierto que el Betis estaba jugando el partido de la temporada. Había visto a los verdiblancos actuaciones más bien vulgares en la Liga Adelante por lo que el juego desarrollado ayer me sorprendió. Desde el portero Casto, que estuvo cerca de salir del club este verano hasta un fulgurante Rubén Castro, parecían un adversario de nivel europeo.

Pero en éstas que el partido estaba complicado, con oportunidades, en ambas áreas, que llegó al filo del descanso el Balón de Oro y con su clase abrió la lata y dio lugar al desparrame, sin que los andaluces bajaran la guardia ni perdieran un ápice de su estilo. No fue justa quizá la manita, algo excesiva, pero el resultado fue fruto de que el Barça se tomó este primer partido muy en serio con el objetivo de aclarar la eliminatoria.

Y si extraordinarios fueron los goles de la Pulga, maravilloso fue el gesto técnico de Andrés Iniesta en el quinto gol. Con qué arte y oficio controló y con qué precisión envió el centro para que el bueno de Keita matara con la cabeza. Fue momento para mover el banquillo y para apreciar lo alto que es Afellay, sin ser una torre, en relación a la media de los jugadores del Barça. La verdad es que algo le va a costar coger la velocidad a la que juega este equipo, en el que ayer no estuvo ni en el banquillo Bojan Krkic, que ha de tomar este hecho como revulsivo más que como castigo, porque todos queremos ver al chaval del último tercio de la temporada pasada.

Dos anécdotas salpicaron el encuentro televisado y que tienen lectura positiva. Piqué y Alves se enzarzaron en una discusión pública en el campo que unos profesionales deben solucionar en privado. Pero las diferencias revelan un interés de ambos por hacer bien las cosas. La solidaridad, el compañerismo y el buen rollo es necesario en un equipo. Y eso también lo pueden propiciar los familiares. En un momento las cámaras captaron como la madre de Messi le explicaba a la de Xavi el ritual de la Pulga en la celebración de los goles: levanta dos dedos hacia el cielo y se lo dedica a su abuela. Cosas de la gente normal.

(La fotografía es de Pere Virgili y está extraída de www.ara.cat)

jueves, 6 de enero de 2011

Un Barça supercompetitivo supera el escollo de San Mamés


Campo en mal estado, Athletic rugiendo animado por sus espectadores. El Barça que no renuncia a su estilo, pero enfrente tiene un rival que se va a fajar y que se fajó hasta el último segundo. Pero el Barça tiene un afán competitivo casi tan grande como su estilo. Y ayer, sin huecos, con muchos inconvenientes, sacó su bravura, su coraje y superó una eliminatoria muy pero que muy complicada.

Y en ese partido de tensión un extraordinario Abidal consiguió el gol y, sobre todo, realizó una soberbia actuación, una más, que deja claro que ésta es la temporada del francés. Un atleta que ha aprendido el estilo de juego y que además posee facultades físicas fabulosas. Ha habido momentos de Abidal que nos han hecho dudar a todos, pero Eric en plena concentración está por encima de cualquier defensa.

El Barça puede sentirse orgulloso de ganar batiéndose en una durísima eliminatoria, en la que el Athletic, justo es reconocerlo, plantó cara y puso todo lo que tiene. Más no puede dar y hay que elogiar su entrega, tan digna como la del Barça. Gran eliminatoria, extraordinaria publicidad para la Copa.

lunes, 3 de enero de 2011

Pedro evitó la trampa del Levante

Los polvorones casi se nos indigestan. El Levante, precedido de una humillante derrota por 8-0 en el Bernabéu, y la relajación vacacional casi provocan un pinchazo.

El Barça se obstinó en la primera parte en jugar por el centro, con movimientos constantes y apariciones retrasadas de Villa, y pecó de exceso de laboriosidad por dentro. Los valencianos construyeron dos muros en sendas líneas y la entrada del balón al área resultaba complicada. El libro de estilo culé se cumplía escasamente y las bandas no eran utilizadas como en otros partidos.

La ausencia de Messi, primer destatascador del equipo, y esa falta de luz para ver más allá de los muros, hacia presagiar complicaciones, cuando al descanso el empate inicial proseguía.

En la segunda parte, sin apenas tiempo para comprobar si la comunicación de Guardiola con sus jugadores en el vestuario había dado resultado, apareció el abrelatas canario para resolver el problema con dos goles gracias a las asistencias del aún no renovado Alves.

Pep ya lo había decidido en el descanso. Faltaba fluidez en el medio y decidió ponerle magia juvenil al juego con Thiago, que sustituyó a un aseado Mascherano, para darle mayor verticalidad al balón. El juego mejoró, aunque es cierto que los goles de Pedro permitieron aumentar los espacios. No obstante, el Levante volvió a poner incertidumbre en el ambiente al marcar Stuani un magnífico gol. Las dudas sólo surgieron en el marcador, pues ese gol no fue producto de un mayor peligro por parte levantina.

El resultado hizo posible que se homenajeara con tranquilidad al emblema de este juego, Xavi Hernández, que ha igualado a Migueli en el número de partidos jugados con la camiseta del Barça. De este partido, sin duda, queda para los culés la suerte de contar con Pedro, que se ha convertido en otro seguro para el equipo; con Alves por sus asistencias; con Iniesta por su determinación y por supuesto, con el atleta del equipo, Abidal, al que todos señalábamos como un mal defensa central y que últimamente nos deja boquiabiertos por sus exhibiciones.

(Las fotografías son de Claudio Chaves y pertenecen a www.elmundodeportivo.es)