domingo, 14 de diciembre de 2008

Barça-Madrid: Victoria de estilo

Cuando solo hay un equipo que ataque, lo justo para el fútbol es que gane quien ataque. No siempre ocurre, pero los seguidores de un club reniegan en cuanto ven a su equipo ser cicatero con el esfuerzo ofensivo. Jugar a defenderse, para mí, va contra el fútbol. Y si esto le ocurre a un club grande, el pecado es mayor. Y eso es lo que vino a ofrecer el Madrid anoche en el Nou Camp.
Es cierto que, como dice Guardiola, el Barça salió muy excitado. El ambiente, con tantas goleadas virtuales, no era el más propicio, pero el equipo en ningún momento salió relajado. Para ellos no estaba hecho, pero había una velocidad de más. Faltaba un poco de control, algo de más serenidad.

Al final, los goles llegaron, pero a los madridistas les ha quedado el consuelo -dicen- de que el Madrid le puso las cosas muy difíciles al Barça. Me pongo en su lugar y a mí no me consolaría ese planteamiento trabado. Porque yo en el Madrid vi al Getafe o al Racing de Santander. Se mostró como un equipo pequeño esperando el fallo rival, machacando los tobillos a Messi para amdretarlo desde el principio, con la colaboración inestimable de un Medina Cantalejo, que volvió a dar la de arena, para congraciarse con el Relañato y que no lo acusaran de favorecer al Barça: el penalty por manos de Sergio Ramos está en el código de penaltis más evidentes, pero seguramente el director de As ni lo mentará, no vaya su teoría a venirse abajo.

Un equipo grande, como el Madrid, utilizando las marcas individuales,más preocupado de defenderse que de otra cosa, no debe ser muy del agrado de sus seguidores. Ni aún con bajas, se puede justificar esa actitud. Si ocurriera en el Barça, el entorno no lo consentiría. Pero en fin, dirán que era lo único que se podía hacer, que si tal y cual. Insisto, plan de equipo menor.

El Barça se vio menos, pero jugó con intensidad. Destaco, sobre todo a Yayá Touré, para mí el mejor del equipo, a Valdés por sus esporádicas y decisivas intervenciones, a Messi, porque aunque las patadas, siempre fue un peligro latente y a Sergio Busquets. No fue un partido fino y triunfó la emotividad y quizá faltó algo de experiencia para ser más práctico. Pero los prefiero así, intensos, antes que pasivos por pragmáticos.

3 comentarios:

ape dijo...

Es siempre un placer ganar al Madrid.

Anónimo dijo...

Hay que decirles a los que todavía defienden el juego del Madrid ayer, a qeullos que dicen , tuvimos las mas claras.. Que jugar a la contra es muy fácil, con espacios, saliendo rapido y con todo el campo abierto. Asi es muy facil. Y de equipo pequeño. Lo dificil es atacarle a una defens plagada y que se encierra.. Eso es lo difícil

Anónimo dijo...

A Medina le sobra un Catalejo. Pocas veces he visto tanta parcialidad tan magistralmente disimulada.

Y Medina quiso ser ciego hasta que temió que se le complicara el partido y tuvo que mostrar la tarjeta a Marquez.

Lo que se vió da la razón a quienes no lo tenian tan claro. El Merdit representa las malas influencias, la corrupcion, la pedantería y el ventajismo.

¡Se me olvidaba, Sito, un diez por tus comentarios! Y a gozar el momento...

Gigio