jueves, 5 de noviembre de 2009

Desesperación en Kazán


Estaba cantado el empate a 0. La organización miserable rusa apenas tuvo, otra vez, fisuras. El fútbol cicatero de los tártaros consiguió vencer al generoso del Barça.

El Barça lo intentó, se esforzó y hubo ocasiones para abrir la lata, pero a los tártaros le iba la vida en impedir la victoria culé. Para conseguirlo aplican una disciplina casi soviética con la que han logrado su objetivo.

Pese a ello, creo que el Rubin Kazán es un buen equipo, que no sólo sabe destruir. Tiene jugadores con calidad, que de utilizarlos con otros fines, a lo mejor podrían haber aspirado a ganar al Barça. Pero a su entrenador, el del rosario (yo a diferencia de Pep no me acuerdo de su nombre), ya le iba bien el empate y si en una contra sonaba la flauta...

Los opinantes profesionales admiten que al Barça le falta velocidad, justificada en la bien expuesta idea de que la evolución física del equipo es este año más lenta, porque el calendario, a diferencia de la temporada anterior, no ha exigido tanto al principio.

Pero la realidad es la que es. La clasificación está difícil. No imposible, pero complicada. Pienso en un Inter amarrategui, experto en evitar goles y en Mourinho, especialista en ponerlo difícil y pienso en el frío de Kiev, y en un terreno helado, en condicinoes peores que las de Kazan, pues será en diciembre, y es para echarse a temblar. Se supone que ese supuesto condicionante que es la falta de velocidad estará resuelto para esos compromisos.

Ahora se hablará de la plantilla. Que si es corta, que si hay que fichar a Robinho en invierno y tal y tal. Incluso algunos ingenieros de la cosa futbolística hablarán de que el Barça debió jugar al contragolpe para ganarle al Kazan. Estrategia que para mi entender es de miras muy cortas, pues el Barça no es un equipo menor que pueda depender del rival de turno para jugar. El Barça representa una filosofía y un estilo al que no hay que renunciar ni siquiera en situaciones tan adversas como la de ayer en Kazán. Se ha de morir con esa filosofía. Quien plantee otra cosa, ve el fútbol de otra manera y no sabe valorar bien lo que significa la apuesta del Barça y lo que sifnifica para los aficionados del mundo entero.

(la fotografía está extraída de www.elmundodeportivo.es)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Sito,

Te noto tenso y o alarmado. Creo que con motivo. Yo tampoco veo grandes cosas hoy por hoy.

El Barça no es una filosofia sino un club que ama y fomenta el deporte de alta competición. Cierto es que adora un cierto estilo de juego, que llegó a la sublimacion el año pasado. Tambien quedó evidente entonces, ante el RM y el Spanish, que este estilo de tanta profusion de pases antes de llegar al gol es más vulnerable al disponer los rivales de veinte oportunidades de cortar uno de los veinte pases necesarios. Como conclusion reconozcamos la superior eficacia (digo eficacia) de un sistema de juego capaz de chutar a gol despues de tres pases. Los contraataques son mas dificiles de cortar.

Esta temporada van a ser muchos más los equipos que nos presenten esta defensa de ocho tipos duros y chut fuerte hacia adelante para correr todos como locos.

Pero al oir las declaraciones de los jugadores me parece notar cierta autocomplacencia y viéndoles jugar añoro aquella velocidad de tránsito del balon mientras los jugadores parecian moverse al trote. Ahora nuestro juego ha perdido ritmo.

Asi que pienso que si no utilizan nuevos recursos ni recuperan el juego a uno o dos toques vamos a empezar a sufrir.

Este mes lo veremos ante los italianos y el Merdit.

Gigio

Sito dijo...

@Gigio

Lo siento, Gigio, pero aunque te parezca romántico, yo el fútbol sólo lo entiendo como lo practica o lo intenta practicar el Barça. Yo disfruto cuando se llega en combinación al área contraria, cuando la apuesta es atacar, atacar y atacar. Guardiola es la representación convencida de este modelo. Es verdad que ha conocido otras ligas, pero su ADN de jugador es mi ADN de barcelonsita. Rijkaard también lo interpretaba, pero con toques de Sacchi, no por ello malos ni mucho menos, pero lo de Guardiola es puro convencimiento de que los partidos hay que ganarlos al ataque, siempre al ataque. No vale especular. Y ni en Pamplona ni en Barcelona jugamos mal. No se puede decir eso, pero en cuanto no conseguimos ganar como el año pasado, vienen las dudas. El partido contra el Zaragoza qué fue entonces.