La vida sí es así, Ronnie

Estimado Ronaldinho:

Aún mis retinas conservan las muchas jugadas, goles y fantasías con las que nos has regalado. Has sido muy importante para el Barça y el Barça para ti. Eres un emblema, un ejemplo para los niños por las cosas preciosas que has hecho.

Todo niño quiere llevar tu camiseta. Se fijan en ti por las cosas que haces, te quieren imitar. Tienes gran suerte porque tienes 27 años, la edad que yo siempre he leído que es la mejor del futbolista, ni un año menos ni uno más.

Siempre he pensado que a ti no se te podía comparar ni con Ronaldo ni con Romario ni con Rivaldo, porque tú eres de otra pasta: humilde, sensato, y me atrevería a decir sin conocerte que bueno, buena gente.

Mi idea sobre ti es que eres un futbolista que ama el fútbol, al que le gusta con pasión y por eso siempre he pensado que no caerías en las garras del conformismo, como les ha pasado a otros de tus compatriotas, que han salido del Barça por la puerta falsa. Mi ilusión es que termines tu carrera en Can Barça, que formes parte de la historia del club, que seas una leyenda y que en el futuro te convirtieras en entrenador de nuestro equipo, porque te gusta el juego de ataque, lo que casa con nuestra filosofía, la filosofía del barcelonismo, y porque conoces bien el club por dentro.

Pero Ronnie, llevas un tiempo que no te entiendo. No sé que te pasa. Dicen que sales mucho de noche, que tienes problemas personales. No me lo he querido creer, pero viéndote sobre el terreno de juego empiezo a pensar que será verdad eso que cuentan por ahí, que incluso sales pocas horas antes de un partido. No lo quiero creer, pero te veo tan falto de chispa, de explosión, de que te cuesta horrores superar al contrario, que creo que va a ser verdad.

Tienes que comprender que para ti estás haciendo, aunque también estás haciendo para el Barça. Un tipo con tu suerte, la suerte del talento. y tu edad, ya digo la mejor, no puede dejar pasar el tiempo tontamente y no debes olvidar que eres el modelo en el que se fijan muchos niños. Un tipo con tu calidad puede ganar, ayudando a sus compañeros, muchos títulos, dejar una estela de trofeos muy grande, romper barreras en ese aspecto y fijar con letras de oro tu nombre en la historia del Barça y del fútbol.

No creo que todo el problema sea de dinero, no lo quiero creer. No quiero creer que hayas bajado los brazos por eso. Y te digo algo de muy buena fe: no hagas caso de quienes te defienden a capa y espada porque no te ayudan, al contrario, te perjudican notablemente, porque es ahora cuando hay que decirte la verdad. Los barcelonistas, los que te apreciamos, los que conservamos tus jugadas en la cabeza, en nuestro disco duro, pasamos de las guerras mediáticas, de Sport o de MD. Lo único que queremos es que regreses. Y la mejor forma de regresar, Ronnie, es sacrificándote, esforzándote en el ejercicio. Tienes que coger la forma, si no, no volverás a ser el que eras y la carrera de un futbolista se acaba pronto y es una pena que desaproveches los años de madurez.

Por eso, cuando Rijkaard te dice que no te vayas del entrenamiento y te mosqueas, me decepcionas. Sinceramente. La vida, Ronnie, es así, en contra de lo que le decías al mister este verano cuando el entrenamiento era duro. Para poder expresar el talento hay que entrenarse. Picasso, Ronnie, que era todo un genio, decía que la inspiración no venía si no se trabajaba, vamos que la inspiración era el 90% de trabajo. Reflexiona, hombre, si lo que más te gusta es el fútbol, no te abandones. Te lo pedimos tus seguidores