Álex Sans: "Al Barça le falta movilidad en ataque" (1)

Afirma Pep Guardiola en una campaña publicitaria del Banco de Sabadell que la perfección no existe pero hay que buscarla. Su Barça es un equipo excelente, pero en los últimos tiempos el grupo sufre más que antes para lograr las victorias. El martes superaron el escollo del Arsenal, aunque hasta el gol de Messi, costó encontrar el camino del gol. El profesor Álex Sans, coordinador de la zona del Penedés en la escuela de entrenadores de la federación catalana de fútbol, y autor de varios libros, junto a su colega César Frattarola Alcaraz, explica en esta entrevista las razones por las que el Barça le cuesta encontrar el remate cuando el rival planta un autobús de dos líneas y solo quiere defender. Para él, que considera el juego del Barça como maravilloso, falta movilidad en la zona de finalización, donde, a su juicio, se mueve en exceso el balón.

¿Por qué el Arsenal no dio tres pases seguidos y tampoco disparó a puerta?

Por su planteamiento, dio prioridad a evitar encajar algún gol, estaba muy replegado, con las líneas muy juntas y cuando recuperaba el balón, el Barça les ahogó absolutamente, es decir no podía mantener la posesión del balón. Les ocurre a muchos equipos, no sólo al Arsenal. En este caso, entre comillas, fue más fácil la presión para el Barcelona al estar el Arsenal tan junto con la intención de defender y eliminar espacios.

¿Pudo haber excesiva precipitación en la finalización hasta que llegó el gol de Messi? ¿Quizá se abusó del juego interior en los primeros minutos?

Para superar cualquier acción colectiva defensiva disponemos del factor espacio-tiempo, que es el que da sentido al fútbol y permite que un equipo supere a otro. El Barça juega muy abierto y las basculaciones que hace con balón de un lado al otro obliga al contrario a abrir las líneas, de manera que se generen espacios por el centro, y ahí es donde se rompe habitualmente porque tiene gente que la toca muy bien y muy rápido por este carril central. El Arsenal, conocedor de ese tema, les cedió absolutamente las líneas de banda y cerró todos los espacios interiores. En contrapartida, por ejemplo, facilitó que el lateral Alves se metiera muchas veces y llegara a ocupar la zona de extremo. Lo que pasa es que todos los centros y las acciones de remate que se inventaban eran muy difíciles de finalizar porque estaba muy poblado el interior.

¿Qué se podía haber hecho para combatir esa dificultad?

A nivel personal pienso que lo que le falta al Barcelona es la movilidad en los hombres de ataque. Cuando se plantean dos líneas defensivas, como hizo el Arsenal, la única forma de romper ese bloque es a base de crear movilidad de los puntas, para crear espacios y permitir entradas de segunda línea. Yo creo que éste es uno de los motivos por el que el entrenador ha retrasado la posición de Messi. Si los puntas hacen diagonales y realizan movimientos de derecha a izquierda, saliendo incluso de zona, o arrastran al contrario, con lo cual crean espacios para entrada de segunda línea, o se quedan en situaciones de superioridad númerica dos por uno, con lo que también se permite el remate.

¿Se elabora demasiado la jugada en la zona de ataque?

Es un aspecto que no sé por qué no lo aprovechan. Se crean situaciones de remate muchas veces, pero no se llega al remate, es decir tocan excesivamente el balón en la zona de finalización.

Rizar el rizo, vamos.

Claro. La zona de finalización se distingue por tres grandes conflictos. El objetivo es la portería y el primer gran conflicto es la falta de espacios; el segundo, que hay siempre superioridad númerica del contrario; y en tercer lugar, porque la presión allí es muy intensa. En la zona de finalización una de las pautas importantes es que cuando tengas una oportunidad para rematar hay que intentarlo. Lo que no podemos es parar el balón ahí o tocarlo demasiado porque la precisión tiene que ser impresionante. Solamente jugadas como la que hizo Messi, de un talento individual muy alto, permite superar esta presión. Yo creo que deberían de definir en el momento, porque aunque la pare el portero o haya un rechace, hay un desequilibrio de la situación defensiva del contrario que puede ser aprovechado, pero, claro, si la tocas, si la meneas mucho es muy difícil encontrar el agujero claro para hacer un remate limpio, que es lo que parece que a veces buscan. No es necesario tanto toque. Hay que aprovechar las entradas por banda para abrir el agujero por el centro, pero ahí cuando tiras un balón el objetivo es rematar de primeras.

Quizá porque buscan un remate muy claro, con nítida ventaja.

Esto es válido cuando juegas contra un equipo que te hace un planteamiento lógico, que no se mete ahí, detrás todos. El Barcelona, ahora, lo que hace es provocar que los contrarios se acumulen ahí detrás. Yo tampoco llego a entender como Wenger hizo ese planteamiento. Te meten una barrera de ocho o nueve tíos y la única manera de superar eso es con gran movilidad y con mucha velocidad de ejecución, es decir no pares nunca el balón, no lo marees, porque ahí te eliminan cualquier posibilidad de remate claro.

Eso no quiere decir que esté usted propugnando el fútbol directo, ¿no?

No, todo lo contrario.

Es decir elaborar y elaborar hasta llegar a la zona de finalización, pero allí, en el área, no hacerlo tanto.

Exactamente. Allí el objetivo tiene que ser finalizar. Y sobre todo, el tema de la movilidad, es decir cuando entran por los extremos, si los delanteros están estáticos esperando el balón es muy difícil rematar porque el defensor tiene siempre una ventaja. Entonces, cuando hay una entrada por extremos, los hombres de primera línea deben buscar movilidad en diagonal, es decir unos entrando al primer palo, y los otros al segundo. Con esa movilidad se permite, primero, que si recibes el balón estés desmarcado porque el defensor tiene un problema -o te fija a ti o fija al balón- y si te sigue a ti se crearán espacios para el remate en segunda línea. Pero si te quedas estático para el defensor será más fácil y más difícil conseguir el remate para el atacante. Para mí es una asignatura pendiente que tiene este equipo, que está jugando de maravilla, pero en esa fase de finalización le faltan esos dos o tres aspectos que ayudarían a concretar las posibilidades de finalización que se crean.

¿Este problema de movilidad en el ataque lo ve usted solo en esta fase de la temporada o desde hace tiempo?

Hace tiempo. Es decir, creo que se ha trabajado de una manera excelente lo que llamamos las fases de iniciación y de progresión, pero la fase de finalización tiene estos aspectos mejorables. Y es que jugar en corto, jugar en asociación, da tiempo al contrario a replegarse y a colocarse. La única ventaja del juego directo es que sobrepasas, si pillas el balón, a la línea de medios y a la línea de ataque contraria, pero el juego directo solo se puede utilizar ante equipos que te hacen una presión adelantada, para aprovechar los espacios a las espaldas. Por lo tanto, el juego para controlar el partido y el balón es el juego asociativo, pero claro este juego en corto donde hay grandes espacios es en la fase de inicio y en la fase de progresión: ahí superas bien, si hay una disposición correcta. Pero en la fase de finalización, como se trata de llegar a la portería, que es un espacio muy pequeño, das tiempo a colocar la defensa y eliminar los espacios.

¿Cómo se supera eso?

Pues, lo primero no parando el balón, no dando tiempo al defensa: llegar y finalizar lo antes posible, sin marear la perdiz; en segundo lugar, moviéndote. Es decir si un punta se va hacia un lateral o a la frontal del área, el defensa tiene dos opciones: o lo deja o lo sigue. Si lo deja, ese punta se va a quedar solo, puede recibir y rematar de primeras, y si lo sigue, que es lo habitual, se crea un espacio, y ese espacio puede ser aprovechado por otro punta. Y ese espacio que deja ese otro punta puede ser aprovechado por un jugador de la segunda línea, con lo cual, haga lo que haga el contrario, el Barça tendrá esa oportunidad, si no limpia, sí mucho más eficaz. Porque el problema de un defensor es cuando el contrario se mueve y el balón se mueve, pero si el atacante está parado y el balón está parado, el defensor con una buena colocación y un poco de carácter lo tiene muy fácil.