Que Messi saliera a jugar una eliminatoria más que sentenciada ante un Segunda B da idea de la seriedad con la que el Barça afrontó el partido de vuelta de la Copa frente al Ceuta. Lo fácil hubiera sido dejarse llevar con la ventaja de la ida de 0-2. Suele ocurrir en estas circunstancias que a los futbolistas les da pereza ponerse las pilas y se relajan. Pero los azulgranas no lo hicieron, entre otras cosas, porque en el campo había jugadores con ganas de reivindicarse. Por un lado, canteranos con hambre de triunfar y, por otro, fichajes que aún no han obtenido etiqueta de fundamentales.
Era un partido de buenos deseos. A la gente, por ejemplo, le gusta la trayectoria de Nolito. Jugador procedente del fútbol modesto, joven pero con edad de veterano para jugar en el filial. Es como si a este chico de Sanlucar de Barrameda, la vida le esté dando una segunda oportunidad. Y él no la quiere desaprovechar. Ya ha jugado unos pocos minutos en liga, pero él sabe que las ocasiones no hay que desaprovecharlas. Bullicioso, con gran obsesión por el gol, está dispuesto a todo y Pep, así lo ha dicho, le está abriendo las puertas mientras él no ceje en el empeño. Ayer, abrió la lata en un bonito gol y a lo largo del partido mostró lo que es, un jugador incisivo, con técnica, buen regate y buena cabeza, ya que si no le sale no se desanima y lo vuelve a intentar.
También había en el ambiente el deseo de que Bojan mojara. En un partido de muchos trompicones el pequeño gran muchacho tuvo la mala fortuna de fallar un penalty, pero consiguió embocar un gol, que, por lo que declaró después, le da confianza. Ojalá recupere su senda. Hasta los buenos deseos se cumplieron con Milito, que marcó un gol, aunque desafortunadamente acabó lesionado para un mes de baja.
Quebradero de centrales
El problema se agudiza en la zona de centrales. Ausente Piqué el próximo sábado ante el Villarreal y a lo mejor ante el Almería para reservarlo para el Clásico, ahora Pep debe resolver el crucigrama de los centrales. Bartra tiene mucha clase, subida, pase, colocación, pero quizá le falte oficio defensivo. Normal para la edad que tiene: 19 años. Puede sustituir a Piqué, pero Guardiola también probó con Mascherano y con Abidal. Además de que en la combinación de centrales también puede entrar Fontás, posiblemente un escalón más rodado que Bartra.
Respecto al argentino, con el paso de los partidos, estoy viendo cada vez más a un profesional del balón. Su colocación, recuperación y lo más importante en este equipo, pase, están demostrando que el Barça ha fichado una buena pieza. Adriano, quizá por la última lesión, va más despacio, pero ahí está poniendo lo suyo.
No quiero olvidar a Thiago Alcántara. De los pocos partidos que le he visto, el de ayer, para mí, ha sido el más completo, en el que menos ha desaparecido. ¿Se ha propuesto ser más continuo? Parece. Hizo varias jugadas atractivas para el espectador, dio buenos pases, pero no se puede quedar en eso. A la gente con talento hay que exigirle según ese talento. Sería una pena que no lo aprovechara, porque lo tiene y mucho. Si sigue en ese camino, acabará explotando, pero es muy importante tener una buena mentalidad, porque eso le dará regularidad. Debe tener claro que no puede vivir de un solo partido.
Y Thiago tiene de ejemplos a Messi y a Pedro. Es rarísimo que hagan un partido malo. Las baterías las tienen siempre llenas, sea un amistoso o la Champions. La prueba: sus goles de ayer y su implicación. A ellos, como a Pep por alinearlos, hay que agradecerles como aficionados que el partido de ayer se lo tomaran en serio. Esto da imagen y alimenta a una afición.
No quiero dejar pasar la anécdota televisiva. La Sexta retransmitió el partido de ayer, con demasiados comentarios y chascarrillos a pesar de que el medio no es la Radio. Buen ejemplo, en cambio, está dando Gol Televisión, que no agobia al espectador con mucha palabra, ya que la imagen es el fundamento. A lo que iba. Finalizando el partido, la realización se fijó en Piqué, junto a Puyol, que desde la grada no paraba de tirarle cáscaras de pipas, al parecer, a un empleado del club, supuestamente en tono de broma, aunque la escena no se veía completa.
A Kiko Narváez, comentarista de la Sexta, que cuando analiza la táctica y se deja los chascarrillos aporta cosas, se le fue la pinza, a mi entender. Empezó a juzgar a Piqué, lo tachó de infantil, de que no había cumplido años desde los 13 y recordó el desafortunado escupitajo de Piqué al directivo Pedro Cortés en la celebración del Mundial. La
Sexta no dio la escena completa. No se veía si la diana de las pipas, el empleado, seguía la broma. Borja Pardo, colaborador de Don Balón y Betfair, explicaba en su twitter anoche que las cáscaras iban dirigidas al fisioterapéuta Juanjo Brau, del que Piqué es muy amigo. No es la primera vez que gasta esta broma. En un partido con el Arsenal, se las tiraba a su amigo Cesc, que se encontraba en el palco. Luego, en Onda Cero, en otra pista de patinaje, se deslizaba no sé qué problemas de la vida privada de Piqué, al que le caían insinuaciones poco claras, pero por confusas poco rigurosas. Y en esta línea lean cómo interpreta la broma el diario As. Dejo el video sobre el momento final de la escena de las pipas, aunque aquí ya no se escuchan los comentarios críticos de Kiko.
(La fotografía de arriba es de Efe y está extraída de www.adn.es, la de Piqué y Cesc es de Sport)