Siempre tiene que haber alguien o algo que nos quiera chafar nuestra alegría

He estado ausente bastante tiempo, más del que yo hubiera querido. Seguramente muchos de los parroquianos de este lugar ya casi habréis dejado de enlazar conmigo. Normal. Pude haber cerrado el blog, pero prefería que se quedara tal cual, por si alguien debía comunicarme algo, como hizo el fiel compañero de viaje Gigio.

Mi corazón sigue siendo blaugrana y en este tiempo, a pesar de que mi mente estaba concentrada en otros menesteres, siempre había un rincón para pensar en el Barça. Se lleva en la sangre, he mamado muchas ilusiones culés desde pequeño y eso te acompaña hasta la muerte. Muchas cosas han ocurrido en este tiempo que me han dado que pensar y comentar. Vivimos un presente esplendoroso, pero siempre hay algo o alguien que nos lo quiere chafar. Sea desde Madrid o desde Barcelona, o incluso desde Extremadura o Cantabria, aunque desde el mismo club también. Es tan grande el Barça que da para todo eso, para la polémica y el sensacionalismo, pero por ecdima de todo, estamos en la gloria deportiva, aunque a veces no lo parezca.

Los mercenarios

Este aficionado que aparece en el video es ilustrativo de cómo estamos los barcelonistas. Acabábamos de perder la eliminatoria con el Manchester y... explota, harto de los mercenarios. Es un buen ejemplo, incluso tiene su gracia, de lo que hemos vivido esta temporada.

Iremos a Moscú

Faltan menos de tres horas para el momento crítico. El Barça tiene su primer examen final de la temporada. Si lo aprueba podrá examinarse del último, del más importante, en Moscú.

De repente, sin saber muy bien (aunque lo intuyo) he tenido el presentimiento, el buen presentimiento de que alcanzaremos la meta de Moscú. Estoy convencido. Vamos a llegar allí. No sé si con empate o con victoria, pero me da a mí un pálpito de que sí. Aunque os confesaré una cosa, voy a ponerme delante de la tele, pensando que nos van a ganar, más que nada para no sufrir. Ya llevamos demasiados meses sufriendo. Mi padre hacía eso, decía "si va a perder..." Yo le decía: "no. Ya verás como no. Hay que ser optimista". Pero esta vez prefiero ir de víctima o al menos no poner mucha ilusión. Pasaremos, qué narices, aunque haya gente que desee que esto se acabe cuanto antes para incendiar.

Os parecerá paradójico, pero me alegraré mucho por una persona, una buena persona, Frank Rijkaard, al que los jugadores han traicionado vilmente. Así lo pienso. Aunque él haya hecho mucho por que lo traicionen, el holandés se merece esta final y esta Champions, y así pasar a la historia del club. Porque lo que ha aguantado este hombre tranquilo no está escrito.Por mucho que nos cabree su pasividad, su dejar hacer, es un tipo que ha dado una magnífica imagen del Barça y del fútbol. Y las circunstancias puede que lo hayan ido devorando Como véis lo sigo defendiendo. Es que no tengo remedio. Me parezco a Laporta.

El ánimo por los suelos

Nos queda el aliento de la agonía. Seguimos muriendo poco a poco. Estamos en coma y casi nadie da un duro por nosotros. Dicen los médicos que tengamos esperanza, que hay un fármacco británico, por nombre Manchester, que lo quieren probar con nosotros, y que a lo mejor funciona. Tal y como está el enfermo, ya nadie cree en milagros.
Y el caso es que el enfermo intenta agarrarse a la vida, pero el fracaso orgánico es cada vez más evidente.

Veamos la botella medio llena

El fútbol cambia por momentos. Si alguno de los peligrosos ataques alemanes hubiera acabado en la red, quizá estaríamos hablando de una nueva pañolada como la del domingo y del final de la temporada.

Desastroso primer tiempo. No sé si por el miedo o por qué, pero el Barça no jugó un pimiento y orilló la tragedia con demasiada inconsciencia. Una jugada, un despeje forzado en la línea de gol alemana fue a parar al bueno de Yayá, al lesionado marfileño, que sin darle de lleno alojó el balón en la portería contraria.

El Barça se serenó, se tranquilizó y jugó mejor, más suelto. No obstante, mucha suerte tiene que acompañar al equipo, mucho tienen que mejorar los cracks para superar al Manchester, pero por qué no soñar, por qué no pensar que con la categoría que se les supone pueden eliminar a los ingleses en dos noches memorables. Sé que es difícil, pero quiero ver la botella medio llena y creer en una resurrección milagrosa. El desequilibrio de Messi, una mejora repentina de Eto'o y la chispa de Bojan, más un esfuerzo suplementario del veterano Henry (parece que juega ya como un jugador retirado) a lo mejor consiguen la sorpresa. Por qué no soñar. Para nada necesitamos a los jugadores apartados. Estos que se vayan. Lucharemos con lo puesto, pero por lo menos si debemos caer, caigamos con orgullo profesional.

Y Rijkaard que esté más atento a los detalles. Hoy cometió un error impropio en un entrenador psicólogo. Si sabes cómo está el patio, si ves que tu mejor jugador es Bojan, intenta mantenerlo en el campo y no lo retires porque te expones a las protestas del público, por supuesto inmerecidas e inoportunas, pero Frank se tenía que haber dado cuenta de eso, o al menos algún ayudante se lo tenía que haber advertido. Hay que estar atento a los detalles.

Pañolada precipitada

La afición tiene derecho a todo. Puede que la pañolada sea la consecuencia de una mala trayectoria, pero hoy no era el día para sacar los pañuelos, porque el equipo lo ha puesto todo y no mereció el empate. Ahí están los tres palos y las intervenciones del Pato.

Es cierto que el equipo está sin frescura, sin circulación de balón, con jugadores muy poco finos, como Henry, muy deteriorados, como Yayá Touré, cansados como muchos, por tanto partido... Hay que ver qué mal están los equipos en este momento de la temporada. Ver anoche al Madrid fue otro ejemplo, ver como pincha el Villarreal, también.

Falta físico, pero no se puede sacar la pañolada, que parecía preparada, con tanto pañuelo y hasta sábana, porque los jugadores se han entregado pero no pueden, no pueden. Y no hay que olvidar que la plantilla está muy corta en estos momentos y muy cansada. Pero me parece muy alegre sacar los pañuelos en estos momentos. Pero la afición es libre y tiene derecho a todo. ESo sí, en Liverpool, en Anfield Road, no hubiera habido pañolada. Al menos en el día de hoy.

He visto a Rijkaard muy afectado.

Habrá remontada

El globo del Madrid empieza a deshincharse. Dos partidos seguidos fuera perdiendo. El Barça no jugó muy bien y suerte, mucha suerte tuvo de ganar. Pero por fin la suerte le sonríe. Por fin San Casillas no es el héroe de su equipo y al Barça Juanfran le regala un penalty cuando más inviable parecía la victoria.

Estas circunstancias me hacen creer en la remontada. Creo que es el momento del Barça, pero para asegurarla hay que retomar la senda del buen juego y sobre todo la pegada. Qué poquita pegada tiene el Barça ahora mismo. Parece increíble. A ver si este resultado mejora la confianza en los disparos a puerta. Todo esto huele muy bien. No en cuanto a juego, sino en cuanto a dinámica. Un equipo puede cambiar por hechos accidentales. Me da a mí que estamos ante la gran causalidad de la Liga.

Juntos podemos

Vamos a remontar. La liga será nuestra. Ya estoy sintiendo cómo lo celebraré. No, no se trata de euforia, ni de que se me haya ido la cabeza. Pocos creéis en la remontada, pero yo estoy seguro que la conseguiremos, pase lo que pase en el partido de Sevilla.

No perdáis el optimismo. La suerte empieza a cambiar. Lo notamos en ese gol de Xavi el pasado domingo ante el Osasuna. Poneos las pilas y empezad a creer. Muchos barcelonistas confiando en nuestro equipo conseguiremos empujar a los nuestros. Si, por el contrario, cunde el desánimo y el pesimismo, poco ayudaremos. El equipo no puede estar solo. Si empezamos a creer, juntos podremos.