Cinco minutos con intensidad superior a la Premier. Frenético el ritmo con el que salió al campo el Barça ante el Sevilla. Y claro, las ocasiones, los peligros, se producían por segundos. Qué determinación, qué manera de salir al campo. Pocos, muy pocos, juegan con esa energía inicial. Quizá el Athletic.
Y el premio a esa bravura, a ese coraje, llegó en seguida con el primer gol de Messi. Es la mentalidad de los campeones, la misma que llevó a Marc Márquez a ganar la prueba de Estoril de 125 cc, después de salir el último por una caída en la vuelta de reconocimiento.
No sé si es la preparación física o, como dice Guardiola, más cosas: la táctica, la técnica, la psicología... Pero el partido del sábado es la vuelta al mejor Barça, al menos en cuanto a continuidad en el juego y en cuanto al resultado. Las sensaciones son buenísimas.
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