Contra el Athletic hay que ponerlo todo

El Athletic bajó de la nube al Barça. Todo eran goleadas y un paseo triunfal. Pero no hay que dar nada por supuesto. No, no es que el Barça renunciara a sus principios ni dejara de jugar al toque, pero la mentalización no era la misma que contra el Espanyol o el Madrid ni tampoco los recursos.

Bien es verdad que son 180 minutos y tampoco hay que desesperarse. Sin embargo, la eliminatoria se decidirá en un campo muy difícil, con un rival que quiere este título por encima de todo y una afición que apretará de lo lindo. Y el Athletic en San Mamés ya se sabe cómo es.

Nuestro entrenador dice que los títulos se ganan con la plantilla. Es cierto. Lo visto ayer, que no es definitivo, deja algunas dudas. Hay jugadores no habituales que o han perdido la forma o el interés o no andan finos, no lo sé.

El bueno de Keita, al que Pep ha dejado de dar la bola que le daba antes, reapareció con poco espíritu. Con mucha conducción de balón y poca iniciativa. El joven y renovado (por contrato) Bojan dejó en evidencia muchas limitaciones para ocupar la punta de ataque del Barça. Se atascaba y no suponía apenas peligro. Luego apareció Adriano y sus decepcionantes centros por la izquierda, cuando parecía uno de los mejores centradores del equipo.

Sin embargo, hubo actuaciones destacables. Por ejemplo, el trabajo portentoso como central de Abidal o el aseado juego de combinación de Mascherano, lo mismo que el de Maxwell o la labor, escasa, de Pinto. Pero sin Messi y sin Villa, la batuta la llevó un esforzado Andrés Iniesta, alma ayer del equipo, que no contó esta vez con la lucidez de Xavi, menos acertado en sus pases y muy bien tapado por los vascos, que montaron las líneas en perfecta conjunción para evitar ser derrotados.

El partido necesitaba de los mejores recursos, pero eso se vio al final, cuando ya no se podía evitar el empate. En el ambiente flota la eliminatoria contra el Sevilla del año pasado, en la que lamentamos no haber hecho los deberes en el primer partido.

(La fotografía es de David Ramos y está extraída de www.ara.cat)